Monedas colombianas, una fantasía de verdaderas rarezas

El estudio y coleccionismo de las monedas colombianas nos permiten aprender sobre nuestra historia: cada emisión se convierte en una ventana a esa época, en un testimonio del contexto político, histórico y económico en que se produjo.


Digamos, para empezar, que mediante real cédula del 1.° de abril de 1620, Felipe III autorizó fundar una casa de moneda en el Nuevo Reino (con sede principal en Santa Fe y una subsidiaria en Cartagena).

Las primeras monedas acuñadas por los españoles en América, en plata y en oro, no eran redondas (por su acuñación artesanal a martillo) y se conocen con el nombre de macuquinas (foto 1).

Monedas 9.- 20 pesos de 1859, Bogotá, recientemente subastada en EE. UU. por Stack’s. Moneda 10.  20 centavos de 1902, Santander, la llamada ‘coscoja’.
Foto: Archivo particular

En la Colonia existían dos tipos de denominaciones para las monedas, según fueran de plata (reales) o de oro (escudos). Las de plata eran el cuartillo o cuarto de real (0,86 g), el medio real, el real, los dos reales, los cuatro reales y los 8 reales (27,48 g). 

Nuestras monedas de oro iban desde el escudo (3,38 g), pasando por los 2 y 4 escudos, hasta llegar a los 8 escudos (27 g). Oportuno anotar que no todas las denominaciones se produjeron en los años del periodo colonial, y ello obedeció a políticas monetarias y a la disponibilidad de los metales para su acuñación.

Tenemos el privilegio de ser el país (colonia entonces) donde se acuñaron las primeras monedas de oro por los españoles en el Nuevo Mundo. Se conocen monedas de 1 y 2 escudos acuñadas en Cartagena con fechas 1619 (troquel prefechado) y 1622, respectivamente. En la foto 2 vemos un ejemplo del primer doblón (2 escudos) acuñado en América en 1622, y recientemente subastado por la firma Stack’s.

Moneda 1. Macuquina de 8 reales, acuñada en Santa Fe, en 1663. Moneda 2.- Primer doblón (2 escudos) acuñado en América en 1622, recientemente subastado por la firma Stack’s.
Foto: Archivo particular

Debido a los fraudes que se producían en las colonias por el cercenamiento de las monedas macuquinas en su circulación –recuérdese que valían por su peso en oro o plata, lo que perjudicaba el comercio y a la ciudadanía–, la corona comenzó la transición de los procesos de acuñación en las diferentes cecas o casas de moneda, enviando maquinaria moderna y apropiada (volantes de acuñación, molinos para laminación, etc.), para producir monedas redondas. La acuñación en el Nuevo Reino de estas monedas, llamadas de cordoncillo (por el labrado de seguridad en el borde), comenzó en el año 1756, durante el reinado de Fernando VI (aunque se conoce una moneda de 4 escudos de 1755). Bajo Fernando, entró en operación una ceca en Popayán.

Un ejemplo de una moneda colonial redonda en plata es el real de 1760 Nuevo Reino, acuñado durante el reinado de Carlos III. Esta hermosa y rara moneda (foto 3), llamada columnaria (por su diseño con las columnas de Hércules, límite del mundo antiguo), es la única que se acuñó en nuestro país en esta denominación. La leyenda latina ‘PLVS VLTRA’ que se lee en las columnas, alude al Nuevo Mundo, más allá de dichas columnas.

Moneda 3.- Un real de 1760, Nuevo Reino. Moneda 4.– Moneda de 8 escudos de 1813, Popayán.
Foto: Archivo particular

Ejemplo de monedas coloniales redondas en oro son las piezas de 8 escudos acuñadas en el reinado de Fernando VII, en Santa Fe y Popayán (foto 4).


La independencia y sus luchas dejaron huella con la emisión de piezas muy interesantes, conocidas como de necesidad o ‘de emergencia’. Se abandona el latín en las inscripciones, que es reemplazado por el español. Un ejemplo son las monedas de cobre emitidas por los patriotas en Popayán en el año 1813, con diseño realista (foto 5).

Moneda 5.- Moneda de 8 reales de 1813, Popayán. Moneda 6.- Dos reales de 1815 de la Colección Lissner,rematada por la firma CNG.
Foto: Archivo particular

Las monedas acuñadas en Santa Fe (Cundinamarca) durante la denominada Patria Boba (1813-1816) traen una innovación radical: cambian la tradicional efigie del monarca de turno por la de una india (diseño realizado por Antonio Nariño). En el reverso llevan una granada, como la moneda de 2 reales de 1815 de la Colección Lissner, rematada por la firma CNG (foto 6). En las monedas de plata de la Gran Colombia se conserva la india, tal es el caso de las monedas acuñadas en Bogotá en 1821, cuyo ejemplo es la moneda de 8 reales de la foto 7.

En la época republicana y gracias a las guerras y movimientos políticos, nuestro país cambió de nombre en varias ocasiones (República de Colombia, Nueva Granada, Confederación Granadina, Estados Unidos de Nueva Granada, Estados Unidos de Colombia, entre otros), hasta finalmente volver a ser la República de Colombia con la Constitución de 1886, lo que obviamente se tradujo en el cambio de los diseños y denominaciones de nuestras monedas.

Moneda 7.- Ocho reales de 1821, Bogotá. Moneda 8.– ½ décimo de real de 1847.
Foto: Archivo particular

El periodo republicano

El sistema decimal en nuestras monedas se introdujo en 1847 (durante la Nueva Granada) por Tomás Cipriano de Mosquera. La moneda de más baja denominación que se acuñó fue el medio décimo de real (medio centavo), emitida con las fechas 1847 y 1848, en cobre (foto 8).

La conocida ‘morrocota’, que en el imaginario popular se ha asociado con una pieza de oro muy valiosa, son monedas de 20 pesos en oro (la más alta denominación emitida) que se acuñaron en las cecas de Bogotá, Medellín y Popayán entre 1859 y 1878 y que pesan 32,258 g. La de la foto 9 fue subastada en EE. UU. por Stacks.

Durante la guerra de los Mil Días, se acuñaron en Santander monedas de necesidad en latón (10, 20 y 50 centavos), con los casquillos de las balas disparadas en la batalla de Palonegro. Con esta acuñación, ordenada por el general Ramón González Valencia, se buscó solucionar la falta de dinero para pagarles a las tropas. Se trata de monedas artesanales de una sola cara llamadas ‘coscojas’ (foto 10).

Moneda 9.– 20 pesos de 1859, Bogotá, recientemente subastada en EE. UU. por Stack’s. Moneda 10.- 20 centavos de 1902, Santander, la llamada ‘coscoja’.
Foto: Archivo particular

Una de las monedas más hermosas acuñadas en nuestro país es la de 8 reales de plata, conocida como ‘El colombiano’, que se emitió en la Gran Colombia en los años 1834 a 1836 (foto 11).

La moneda más rara que se acuñó (en bronce) en el siglo XX es la de dos y medio centavos de 1901, del lazareto, de la cual solo se conocen 13 piezas. Presentamos la que forma parte de la colección del Banco de la República. Se acuñaron para circulación exclusiva en los leprosorios que tuvo Colombia: Agua de Dios, Caño del Loro y Contratación, pues se creía que la lepra era una enfermedad contagiosa (foto 12).

Moneda 11.- 8 reales de 1836, Bogotá.  Moneda 12.- 2 ½ centavos, 1901, lazareto.
Foto: Archivo particular

Este artículo es publicado por Leonel Alberto Ospina Restrepo, CEO Fundador y Gerente ejecutivo de Aplicaciones y Datos (Medellín, Colombia). El artículo fue escrito por Alexander Montaña para la página https://www.eltiempo.com

3 Comentarios

  1. Hola Leonel, sería bueno que en su publicación diera el crédito al autor original del artículo, por aquello de los derechos de autor: Alexander Montaña. Saludos.

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  2. Hola de nuevo. Veo que no publicó mi mensaje. El crédito del artículo no es solo a la fuente (El Tiempo) sino también al autor que soy yo. Al comienzo de la publicación en El Tiempo puede ver mi nombre: Alexander Montaña (quedó Montaño por error), puede colocar mi apellido como Montaña o Montaño, pero debe dar el crédito. Le dejo el enlace original. Espero haga la mención o que elimine la publicación para evitarnos molestias legales. Quedo atento.
    https://www.eltiempo.com/economia/sectores/rarezas-en-la-historia-de-monedas-colombianas-colecciones-el-tiempo-181962

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